El presidente del Banco Central, Mario Marcel, expuso esta mañana el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio de 2020 y analizó las consecuencias que está teniendo la pandemia en la economía local e internacional, así como las medidas adoptadas por el instituto emisor para hacer frente a la crisis actual y que calificó como “un shock sin precedente y de gran magnitud para la economía mundial y para Chile”.
En la actividad, organizada por SOFOFA junto a su Red de Gremios Regionales y que contó con la moderación de su primera vicepresidenta, Susana Jiménez, el economista dijo que “las señales que ha dado el Banco Central no son solamente de muy corto plazo, son más bien de mediano plazo. O sea, nosotros no solamente hemos señalado que probablemente se mantenga la TPM en su mínimo técnico durante los próximos dos años, sino que además hemos implementado, o estamos en el proceso de implementación de medidas de apoyo al crédito que se extienden por los próximos cuatro años”.
En tanto, Jiménez al introducir esta actividad, comentó que “como SOFOFA también hemos estado activos en hacer propuestas para poder lograr no solo aminorar este impacto negativo, sino que también mirando hacia la recuperación, que requiere nuestra economía en los próximos meses”.
En relación al futuro, el presidente del Banco Central comentó que “lo que uno empieza a ver en distintos países del mundo, que están un poco más adelantados que nosotros en este proceso, es que se han creado algunos incentivos a la recontratación de trabajadores, de apoyo a ciertas inversiones que tienen que hacer algunos sectores para poder adecuarse a condiciones de financiamiento distintas, entonces ese es el tipo de cosas que probablemente van a empezar a aparecer en nuestra discusión una vez que vayamos saliendo de los momentos más críticos de la emergencia”.
El economista agregó que las mayores dificultades se verán en sectores más intensivos en contacto personal, en donde deberán enfrentar desafíos importantes. “Si bien esta caída de actividad, especialmente en abril, ha sido transversal y ha afectado prácticamente a todos los sectores de actividad, ha sido mucho más fuerte en los sectores intensivos en contacto personal, como el comercio, los restaurantes, hoteles, el transporte, los servicios personales”, dijo.
Minería
“¿Qué pasaría si se afectara más la minería? Por supuesto que el impacto sobre la economía sería mayor”, dijo al ser consultado por Susana Jiménez ante un eventual impacto sobre esta actividad.
Ante esa posibilidad, Marcel destacó la necesidad de dar garantías de seguridad a los trabajadores que se desempeñan en ese sector. “Es importante que la propia industria tenga y garantice condiciones de seguridad a sus trabajadores para minimizar el riesgo de contagio, pueda mantener su continuidad, aun cuando algunos proyectos de inversión estén siendo pospuestos hasta que las condiciones sean más normales”, dijo.
Como contexto, advirtió que en el caso de Perú, la menor actividad minera producto de la pandemia, impactó de manera importante a la actividad económica, incluso antes que a nuestro país. “Si en Perú el PIB o el indicador mensual de actividad cayó 40% en abril, en buena medida es porque las cuarentenas se aplicaron de manera muy generalizada y entre otras cosas afectaron a la propia industria minera”, precisó.
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